Partió en la autopista con temor. Le temia a los autos, a los choques, los peligros... le decian que era una delicia manejar, que valia la pena los riesgos, pero preferia utilizar ambas piernas para desplazarse con semblante pasivo sobre la vereda. Pero la convenció. Le dijo que no temblara, que era bueno aventurarse... bueno, voy. Aunque no fue una desición fácil, pero pese a sus barreras, cedió. Y subió al auto. Avanzó con velocidad prudente (o imprudente, ya no sabe) por el cemento, junto a la línea blanca divisoria, avanzó... un giro, un descuido, un auto que no reacciona... y mientras desconcertada perdia el sentido del "arriba, abajo" se preguntó en que momento ocurrió aquello, que subio al vehiculo y pisó un acelerador.
"Estoy bien"
"Estoy bien"
Si, lo estaba.
Lo está.
Si... a pesar de... si lo estaba.
"El auto esta dañado... usted se salvó de milagro, usted esta bien..."
Perdió su auto.
El auto que queria... debia aceptarlo, lo queria mucho. Pero al parecer, la anestesia que le aplicaron para no sentir dolor luego del accidente, durmió su tristeza...
Durmiendo..
Pasan los soles y nubes...
Se sentó en un cajón, en el garage. Delante, su auto destrozado. En su rostro se formó una mueca de tristeza...
No hay comentarios:
Publicar un comentario