viernes, 21 de enero de 2011

Siempre de la mano

Me agrada ver ancianos de la mano de un niño... por ley debiera ser así, un número equivalente de pequeños y adultos mayores...

Porque...

Si un conjunto de ancianos estubiera reunidos sin un pequeñuelo, y aseguraran que son niños... ¿quién podria negarlo? serian los más jóvenes...

y viceversa con los niños...

tendríamos un grupo de sabios ancianos que aun no aprender a sumar, leer... pero si soñar... y eso los haría más sabios que un adulto que al cerrar los ojos, ve la prolongación de su día ajetreado...

y un grupo de niños que no corren o saltan como antaño...



¿No estarán un poco invertidos los papeles ya?



No, aun no tanto...











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