sábado, 18 de marzo de 2017

Nostalgia attacks

Hace un tiempo es recurrente. Y hoy la siento muy profundo. I feel in my heart. La nostalgia de darte cuenta que el tiempo avanza, y no puedes parar.

Creo que lo que siento es algo normal, una nostalgia del todo normal. Y es agradable, porque significa que he disfrutado algo. Porque, por cierto que disfruté los últimos 5 años.
Hace 5 años comenzaron a pasar varias cosas. Una de ellas fue entrar a la universidad. Y sí, aunque a veces la cosa se ponía pesada, descubrí algo que comenzaba, una libertad que no conocía, y me gustó. Me gustó ir a clases (incluso), poder aprender siempre algo nuevo. Aunque claro, fue como ese amor que no supiste apreciar en un comienzo, y ahora que lo pierdes sabes cuanto lo quisiste.
Me gustó que pasara el tiempo y tuviese amigas. Me gustó que saliéramos de clase juntas y habláramos de la vida. Me gustó que nos juntáramos a hacer trabajos y termináramos comiendo y bailando. Realmente lo disfruté.
Me gustó conocer a Miguel. Comenzar a vivir cosas hermosas con él. Y que tuviésemos un grupo de amigos, todos locos soñadores, que compartían cosas que otros no pueden comprender.
Me gusta mi familia, estar con ellos, vivir con mis padres y mi hermana.

Y me gusta mi vida hoy. Me gusta bastante. Pero siento nostalgia.

Nostalgia de que estoy terminando la universidad. Y de que TENGO que terminarla, porque mi beca acaba en unos días y en mi trabajo piden mi título.
Nostalgia de que cada una esté volviendo a su ciudad natal, y que no nos reuniremos a la salida de las clases (que ya no existen).
Nostalgia de que esos mismos sueños locos nos llevó a separarnos, con algunos viajando a otros países por cumplir los propósitos.
Nostalgia porque mi hermana se casará pronto y se irá.

Nostalgia porque crezco, y porque la vida sigue.

Soñé con momentos que viví, pero que no podían durar para siempre. Se me olvidó soñar que la vida sigue.
No se equivoquen, estoy feliz con lo que vivo. Es como cuando sonríes y lloras a la vez. Quiero vivir las nuevas experiencias, pero a la vez tengo pena por dejar lo demás atrás. Pero no tengo opción. Me llevo de la mano mis elecciones, aquellas que estarán conmigo para siempre, como lo es Miguel. La vida sigue, y deja todo lo demás atrás. Y no puedo resistirme.



Pero al menos, quería contarlo :)

lunes, 23 de septiembre de 2013

Y llegó la primavera

"Ya será así, ya llegará la primavera" (o algo parecido) dije en tu oído, en ese bus lleno de personas, mientras nosotros escuchábamos Conmigo Danza. En pleno invierno y con una primavera completamente incierta, era sólo un asunto de fe decir aquellas palabras. Era ese algo que, aunque ya quisiéramos rendirnos y dejar todo de lado, no nos lo permitía. ¿Qué era? ¿Qué era eso que, aunque deseaba a veces un momento de paz, insistía en poner recuerdos con tu imagen en mi mente? ¿Era mi obstinación, tu obstinación, o tal vez algo mayor? ¿Qué nos pasó? Tomé mi corazón y lo dejé ante Dios. Te dije A-Dios... ¿cómo es que ahora me encuentro de esta forma?
Te pedí que esperaras toda la vida, pues no sabía si eras a quién amaría.
Te pedí que te alejaras porque no podía ofrecerte certezas.
Y ahí estaba, pronunciando esas palabras de fe en tu oído
Ya llegaría la primavera
Ya llegó la primavera
Y veo los árboles reflejados en tus ojos cuando te acercas a mí.
Te pedí que esperaras toda la vida, y ahora te pido que no te alejes de ella. Que la vivas conmigo
Te amo.
Miguel, te amo

martes, 25 de junio de 2013

A-Dios

Y ahora comprendí que, a pesar de todo lo que pensaba anteriormente, la salida fácil era estar contigo.
La difícil es guardar el corazón.
Por algo le llaman "La puerta estrecha"
Decirte adiós no es fácil, me cuesta, me duele incluso. De lo que no fue, de lo que fue tan poco, de lo que acabó, de lo que pasó de un hasta pronto a un a-Dios lejano, incierto.
Me buscaste por mi relación con Dios, por ser cristiana.
Pero esa misma relación está sufriendo cambios. Él me pide esos cambios.
Antes te ofrecí certezas, ahora te doy mis buenos deseos.
No lo dudes, yo te quiero.
Pero la vida es aún más compleja de lo que creí entender.
Te soy sincera: puede que sea una espera, pero tal vez una espera eterna.
De estar contigo porque te quiero, te pediría sólo un par de meses.
De estar con quien amo, entonces puede que me esperes toda la vida.
Quiero tu bien, quiero tu felicidad.
Quiero... lo mejor.
Anhelo a Dios.
Necesito ayuda.
Me voy a orar.

martes, 21 de mayo de 2013

Estoy picada. Ya no me gusta Chiguayante, me quiero ir. Me encantaba su mezcla rural-ciudad, caminar y ver los cerros por un lado, saber que está el río del otro. Y sobre todo, amaba llegar a mi calle y caminar hasta la casa naranja... ¡todo era tan tranquilo! caminaba lentamente, disfrutando del sol que se filtraba entre el cerco de madera. Nunca había gente, así que podía ir muy tranquila, cantando en voz baja mis canciones favoritas, incluso danzando un poquito al compás, sonriendo ante la idea imaginaria de poder pisar el terreno de mi casona. Desde que llegué un día de Curicó y vi como desarmaban mi casita, todo cambió... ¡No! fue antes, cuando llegó el Santa Isabel a la esquina... ¡No! incluso antes, cuando apareció el letrero gigante del "A cuenta" (esta bien, tengan el supermercado... pero para qué el letrero que se ve desde calles más abajo!). En fin, todo eso lo fue transformando en mini ciudad... lo seguía queriendo, pero lo de los departamentos en mi calle, en el sitio donde estaba mi casita, ya es el colmo. Hoy casi me atropellan en bici porque hay un mínimo espacio de calle, porque la hermosa constructora está haciéndole una hermosa callecita a sus hermosos departamentos. Váyanse de aquí, todos ustedes. ¿No? no pueden irse. Está bien, me tendré que ir yo.

Si, sé que no me iré, me queda cerca de mi iglesia y de la universidad, pero... no sé, ya no me gusta como antes. No me molesta conce, ese para mi siempre fue la ciudad, pero Chiguayante... no sé, me pone triste. Mucho.

martes, 16 de abril de 2013

Golpe duro

-¿Necesita ayuda señorita? ¿está bien? ¿le ayudo a pararse? ¿le traigo un vaso de agua?
-No se preocupe, fue un golpe en el orgullo nada más.

(In)dignamente se puso de pie y recogió las pertenencias que le quedaban, alejándose cojeando producto de su taco roto.

Así se rompe el orgullo, a puñetazos
"No se preocupe, ya morirá"

Espero que pronto, de una vez por todas. Harto duro que salió. Golpe tras golpe y se vuelve a levantar. Que  porfiados.

jueves, 28 de febrero de 2013

Las notas antiguas: bajando de la máquina del tiempo

La única visita que ahí aparece es mía, yo estaba revisando cosas y pasé por mi blog
Me di un paseito (por ahí, por ahí) en las antiguedades de mi blog desolado y desierto (¿ah no? ¿que no está desolado? pues vean estas estadísticas que... están arriba... y no supe como bajar... en fin) y descubrí una cantidad de entradas que jamás subí (porque se me acabó la bateria del netbook antes de presionar "subir", se me fue la inspiración a la mitad, mi mamá me ordenó apagar el computador en ese mismo instante o me iba a castigar, mi mamá me castigó por no apagar el computador en ese mismo instante y no pude usarlo por un tiempo...) que ahora quiero revivir. Algunas están a medias así que las voy a concluir pero sin que ustedes  lo noten (ok, ya estoy hablando sola otra vez, como se refleja en las estadísticas, no existe un ustedes, estoy sola) y en otras añadiré cosas sobre el presente, las cuales estarán es letra distinta. Bueno planta rodadora del desierto que pasas por aquí, ¡que lo disfrutes!


jueves, 27 de diciembre de 2012


Palabras del Principito
"Las personas grandes aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os preguntan jamás sobre lo esencial. Jamás os dicen: "¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuales son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas?. En cambio, os preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?". Sólo entonces creen conocerle. Si decís a las personas grandes: "He visto una hermosa casa de ladrillos rojos con geranios en las ventanas y palomas en el techo...", no acertarán a imaginarse la casa. Es necesario decirles: "He visto una casa de cien mil francos". Entonces exclaman: "¡Qué hermosa debe ser!"."

Palabras de Borges
Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero su pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principio
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo

Porque sé que no quiero llegar a vieja... y sentir que muero sin haber volado más alto que el columpio